22-JUL Manifest contra les agressions lgtbiq+fòbiques

(cas) AL FASCISMO NO SE LE DISCUTE, SE LE COMBATE!!!!!!!!!!!!!!!!

Estamos hoy aquí porque vivimos bajo un sistema capitalista donde el fascismo, cada día más explícitamente, tiene banda ancha para violentarnos. Vivimos en una sociedad cisheteropatriarcal, blanca, cuerda, erguida, capitalista, especista, capacitista, en la que la violencia y la represión hacia nuestros cuerpos están cada vez más asimiladas y legitimadas. En el último mes, en esta misma plaza en la que estamos hoy ha habido agresiones brutales homófobas que, como sabemos, se han perpetrado en muchos otros puntos del estado muy recientemente. No olvidamos a Samuel, asesinado en la calle al grito de «maricón», aunque los medios de comunicación traten de desviar la atención del carácter homófobo de su asesinato. También, hace una semana, Isaac, un compa disca, fue asesinado en Madrid a puñaladas. Y estamos hablando de agresiones que han sido denunciadas o que han llegado a los medios, pero sabemos que hay muchas otras que no.

Sabemos que NO podemos contar con la protección del estado, sino con su represión. Hace un mes, en la fecha del orgullo, en Chueca, Madrid, la policía dispersaba un botellón a golpe de porra. No es casualidad. Aquí en València, el movimiento feminista sigue sufriendo la represión de la ley mordaza, con multas por salir a la calle durante las huelgas feministas del 8M de 2018 y 2019. Multas que en algunos casos han llegado ya a juicio y, de hecho, en los próximos meses, habrá otros ocho juicios a compañeras feministas por participar en estas huelgas pacíficas y legítimamente convocadas. Multas y procesos que pretenden agotarnos, desmovilizarnos, mediante la amenaza económica y judicial. Y mientras nos reprimen, el fascismo campa a sus anchas. Ayer mismo conocíamos la sentencia a las activistas acusadas por Hazte Oír de delito de odio y coacción. Finalmente les condenan a pagar 180€ por daños leves a aquel autobús infame que quiso entrar a la ciudad para esparcir su odio. Una sentencia aun así injusta, de un juicio que nunca debería haberse producido, porque denunciar su odio, el odio de los machistas, de los fascistas, de los racistas, de los xenófobos, de los transfóbos, de los homófobos, no es delito, ni es odio. Es autodefensa.

No sólo vivimos bajo un sistema capitalista, sino que este mismo y el fascismo son la misma cosa. Históricamente estos dos sistemas, que de cara a la galería pretenden no ser lo mismo, se han cubierto las espaldas. El capitalismo es la tapadera que se apropia de la palabra democracia para enmascarar la violencia que ejerce contra los cuerpos disisdentes, mientras juega a los derechos humanos. El capitalismo es la otra cara con la que juega el fascismo cuando este deja de funcionar como régimen totalitario. Vivimos bajo un sistema fascista. Vivimos en un Estado Fascista.

El fascismo está en auge. El fascismo nutre y se nutre del machismo, de la lgtbqi-fobia, del racismo, del capacitismo, del rechazo a todas las vidas que no considera válidas. Es una pandemia social que hay que combatir, que tenemos que combatir.

Muchas veces nos sentimos incapaces: estamos cansades, no tenemos fuerzas. Pero hoy las tenemos y estamos aquí por les que no están. Por quienes han puesto el cuerpo a lo largo de la historia contra el fascismo. Por quienes siguen poniéndolo desde espacios de encierro, privades de su libertad. Por quienes han sido asesinades en nombre del fascismo. Por quienes han sido encarcelades, aislades, torturades, medicades, contenides, criminalizades. Por quienes no tienen acceso a llegar hasta aquí, a estar en las calles, a quemar las calles.

Combatir el fascismo no se trata de fechas, ni de conciertos o festivales. No es solo llevar un parche antifascista. El antifascismo no es ni será nunca la zona de confort para los machirulos. El antifascismo también es transfeminismo, también es anticapacitismo, también es antirracismo, también es antiespecismo, también es proderechos. Porque el fascismo se encuentra presente de muchas formas que a veces no vemos. Está presente cada día y hay que combatirlo también cada día. Desde la cotidianidad y desde las calles.

Podemos tomar como referente a las compas antifascistas en Grecia que han conseguido ilegalizar Amanecer Dorado. Esto se ha conseguido saliendo a las calles. Les compañeres han puesto sus cuerpos, no sólo organizando manifestaciones masivas, sino también mediante la organización en los barrios, asambleas, encartelando, ocupando el espacio público, haciendo presión con un objetivo: que los fascistas sientan que no caben en ellos, que no hay espacio que puedan ocupar. Una lucha incesante, en todo momento, en cada barrio. El movimiento antifascista decidió no delegar en la policía, cuerpo de represión del Estado que simpatiza con el fascismo, sino que ha plantado cara con sus propios medios.

Necesitamos organizarnos, necesitamos crear afinidades, complicidades y salir a las calles. Necesitamos cuidarnos entre nosotres y nosotras, en los barrios, institutos, en el trabajo, en las calles. Necesitamos recordar siempre: NOS CUIDAN NUESTRES AMIGUES, NO LA POLICÍA. Porque la represión que ejercen el Estado, los cuerpos de seguridad, el sistema judicial, el sistema sanitario, es FASCISMO. Porque de toda agresión transfoba, homófoba, putófoba, racista, machista, capacitista que recibimos, el mayor cómplice es el Estado. Porque nuestras corporalidades son irregulables y son reguladas de forma violenta constantemente. Porque migajas como las de la ley Trans dejan fuera muchísimas de nuestras realidades. Porque la ley de Extranjería es violencia racista y colonial. Porque la lucha contra la Trata que lleva el Estado es mero negocio fronterizo y criminaliza a las mujeres que migran solas. Porque a través de normativas como la Ordenanza Municipal sobre el ejercicio de la Prostitución en la vía Pública, se criminalizan nuestros cuerpos y se nos dice cómo es la forma cívica y cristiana de ocupar el espacio y se condena a más precariedad y violencia a las putas. Porque nuestres compañeres son encerrades en CIEs, cárceles, hospitales psiquiátricos, son deportades, torturades, asesinades… bajo la legitimidad del sistema judicial, el DSM y demás organismos fascistas.

Por eso, ante el odio, la violencia y la represión, la Assamblea Feminista de Valencia y l’Orgull Crític estamos hoy aquí, ocupamos el espacio público y respondemos.

Y NUNCA DEJAREMOS DE HACERLO!!!!! QUE ARDA EL CIS-TEMA!!!

Esta entrada ha sido publicada en Manifest y etiquetada como , , , , . Guarda el enlace permanente.